NOSTALGIA ANDALUSÍ
abemoladas por el gregoriano
de sus monasterios románicos,
páramos de crucifijo y piedra.
No es lo mismo, caballero cristiano;
nada será igual; tu mente recuerda…,
tras la fiera batalla, ese retazo,
ese retal de sur reconquistado;
su
refinamiento, sus especias,
su arte, sus jardines aromáticos
y, quizás, los ojos almendrados
de una noble oriental te encadenan.
Caballero con ansias guerreras,
con ímpetu guerrero de cruzado,
volviste vencedor, mas… derrotado.
Llegaste con el rostro demudado
y pasas las horas en las almenas,
absorto, inmerso en una sola idea;
los ojos, siempre, hacia el sur,
clavados.
El tibio aliento de la primavera
me hace sentir como tú, castellano.
Sí, estoy, aunque en otra época,
la “Poesía Andalusí” añorando,
en los nórdicos lindes de la Iberia.
Frente a la amplia ventana abierta,
al estilo oriental sentado,
veo sólo el cielo… y una estrella;
la misma que, quizás, ahora, contemplan
alminares de musulmán legado,
la
errante alma de una mora princesa
y los jardines, con enhiestas palmeras,
de los Alcázares y Palacios
que, en Al-Ándalus, aún conservan
Víctor de Castellar
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